Hay muchas entidades que ofertan préstamos en México, pero hemos seleccionado los que creemos son los mejores.
La cantidad solicitada, los plazos de devolución o los tipos de intereses suelen ser las principales diferencias entre unos préstamos y otros. Este tipo de préstamos personales son de una cantidad bastante inferior a los destinados a la compra de una vivienda, unos plazos de devolución menores aunque unos intereses mayores.
- Interés: puede ser fijo, se elimina la incertidumbre y el cliente sabe en todo momento lo que tiene que pagar, o variable, modalidad en la que el tipo se va modificando en función de la evolución del índice que se ha tomado como referencia. También existe la posibilidad de combinar ambos, esta modalidad recibe el nombre de mixta.
- Flexibilidad: hay entidades que permiten a sus clientes cambiar las condiciones financieras del préstamo a lo largo del tiempo. Ampliar el plazo de devolución, aumentar o disminuir las cuantías de las cuotas…cuanto más flexible sea un préstamo más caro suele ser.
- Comisión de estudio: el pago a la entidad bancaria por las gestiones y el estudio para la verificación de la solvencia. Suele ser un porcentaje del importe solicitado.
- Comisión de apertura: se suele pagar en una única cuota y es la cuantía que se abona a la entidad por llevar a cabo los trámites necesarios para conceder el préstamo.
- TAE: el coste real del préstamo una vez que se suman todos los gastos del préstamo.
- Compensación por modificación de condiciones o por cambio de garantías: pago por la solicitud de algún cambio en las características del préstamo.
- Compensación por cancelación o reembolso anticipado.
- Carencia: periodo inicial en el que no se amortiza el préstamo sino que el pago va íntegramente destinado al pago de intereses. Éste no es el sistema más utilizado si no que es el “francés”, en el que cada cuota incluye una parte de intereses y otra de capital amortizado.
- CAT (El Costo Anual Total): es un indicador que sirve para calcular el costo total del financiamiento de un crédito, es decir, es una medida porcentual que integra no sólo la tasa de interés sino todos los elementos que al final tendrás que pagar tales como la cuota anual, comisiones de apertura o primas de seguros.
Todas estas características suelen ser las comunes a los préstamos aunque no tienen por qué estar presentes en todos. Pueden tener o no periodo de carencia, ser más, menos o nada flexibles y los tipos de interés pueden variar enormemente entre una entidad u otra.
La desventaja de los préstamos: que al final un coche que tiene un precio inicial acaba costando un 30% más ¿Cómo es posible? Porque a la cantidad adeudada al banco hay que sumar el pago de intereses. Pero es la forma de disfrutar a corto o medio plazo de algo que no sería posible de no ser así.
La mejor manera de contratar el préstamo que más se adapte a cada uno y que sea “más barato” es comparando.